Humphrey y su socio Billy Ray se mueven en el microcosmos del Poble Sec, entre putas, gitanos y nuevas mafias venidas del frío con la caída de todos los muros que han propiciado la globalización, un microcosmos en que el sexo y la información se obtienen en los puticlubs, donde la ley la impone el Tío Matías, y en el que nadie, en su sano juicio, se le ocurriría meter las narices en sus asuntos.
En ocasiones tener un socio enamorado es más peligroso que tener que lidiar con todo el hampa del barrio. Y Billy Ray está enamorado...