Derek Raymond. Murió con los ojos abiertos. Traducción de Mario Sureda. Sant Cugat del Vallés: Ámbar, 2009 (Negra Ámbar)
Una noche, la policía encuentra el cadáver de un hombre de unos cincuenta años que ha sido brutalmente asesinado en el oeste de Londres. Se trata de Charlie Staniland, un alcohólico que lo ha perdido todo, desde su mujer e hija hasta su propia dignidad. El caso cae en manos de un detective del que nunca sabremos su nombre, un sargento cínico y solitario que trabaja en el Departamento de Muertes Inexplicadas de Scotland Yard, también conocido como la Fábrica. Basándose en unas cintas grabadas que ha dejado el difunto, el detective irá recomponiendo el rompecabezas de una vida arruinada hasta descubrir a los responsables del atroz asesinato. Lo que no espera es que haya de recurrir a la peor de las mentiras para dar con la verdad y que hasta el peor de los asesinos pueda llegar a fascinarle.
En esta novela, la primera de las cinco que componen la serie dedicada a la Fábrica, Derek Raymond disecciona el lado más oscuro de la condición humana con una voz muy singular teñida de una extraña arrogancia en un mundo sórdido y enfermizo y a la vez cautivador.
En palabras de James Sallis, su prologuista, "nadie que profese cierto interés en la literatura escrita desde el filo de la experiencia humana, nadie que se pregunte por los límites de las novelas policíacas o los de la literatura en sí, puede pasar por alto este libro extraordinario."
Una noche, la policía encuentra el cadáver de un hombre de unos cincuenta años que ha sido brutalmente asesinado en el oeste de Londres. Se trata de Charlie Staniland, un alcohólico que lo ha perdido todo, desde su mujer e hija hasta su propia dignidad. El caso cae en manos de un detective del que nunca sabremos su nombre, un sargento cínico y solitario que trabaja en el Departamento de Muertes Inexplicadas de Scotland Yard, también conocido como la Fábrica. Basándose en unas cintas grabadas que ha dejado el difunto, el detective irá recomponiendo el rompecabezas de una vida arruinada hasta descubrir a los responsables del atroz asesinato. Lo que no espera es que haya de recurrir a la peor de las mentiras para dar con la verdad y que hasta el peor de los asesinos pueda llegar a fascinarle.
En esta novela, la primera de las cinco que componen la serie dedicada a la Fábrica, Derek Raymond disecciona el lado más oscuro de la condición humana con una voz muy singular teñida de una extraña arrogancia en un mundo sórdido y enfermizo y a la vez cautivador.
En palabras de James Sallis, su prologuista, "nadie que profese cierto interés en la literatura escrita desde el filo de la experiencia humana, nadie que se pregunte por los límites de las novelas policíacas o los de la literatura en sí, puede pasar por alto este libro extraordinario."