Esta es una historia sobre la memoria y sobre el modo en que construimos el pasado según nos conviene.
Noviembre 1945.
Nahum Márquez va a morir en el patíbulo.
Noviembre 1975.
Lucía regresa a Barcelona desde el exilio con las cenizas de su padre y con los fantasmas que la esclavizan. Franco agoniza, y con él una España que encarna el comisario Ulises, dispuesto a una última batalla con su propia decrepitud, a manos de una España emergente, la de Gilda y sus amigos que nada le deben al pasado excepto, quizá, una pátina de romanticismo. El encuentro entre Lucía y el comisario, temido pero inevitable, enfrentará dos mundos, el de los vivos y el de los muertos que viven a lomos de estos.
Durante treinta años cada personaje que tuvo que ver en la muerte de Nahum Márquez ha inventado sus propios recuerdos de cómo fue aquella historia de amor y tormento. Es una ficción que les permite vivir más allá de lo que realmente ocurrió y que les pone a salvo del dolor y de su propia responsabilidad.
Pero Lucía está cansada de huir y de mentirse. Ya no puede con el peso de los muertos. Quiere la verdad, pero la verdad es como un espejo lanzado contra el suelo: rompe la realidad en mil pedazos, y los demás no están dispuestos a permitirlo. No pueden hacerlo porque eso seria aceptar lo inaceptable: que durante treinta años han vivido una mentira sin darse cuenta de que el mundo ha pasado de largo y los ha dejado en el andén. Y si una muerte se cubre con otra muerte, el silencio se convierte en el mejor de los pasados.
VIII Premio Tiflos de Novela